
Autoridades de la Sociedad de Cañicultores de Portuguesa (Soca-Portuguesa) y la Fundación Azucarera para el Desarrollo, la Productividad y la Investigación (Fundacaña), se reunieron, inspeccionaron las instalaciones y dieron inicio a las operaciones del nuevo laboratorio de producción de Cotesia flavipes, espacio que afirman “viene a convertirse en el mejor en el país en lo que a producción de este biocontrolador se refiere”.
Al ofrecer declaraciones, el ingeniero Eligio Silva, gerente general de Fundacaña, explicó que en el nuevo laboratorio trabajan 15 personas, todas adiestradas por Fundacaña con la meta de producir en este inicio de operaciones 50 mil gramos del biocontrolador para atender un total de 25 mil hectáreas, que es el área que cubre Socaportuguesa. Estiman ir aumentando la producción año a año para atender sin problema a los cañicultores de la zona de Majaguas y del cono sur del Estado sin mayores contratiempos.

Silva indicó que el año pasado Fundacaña produjo 70 mil gramos del biocontrolador; este año proyectan 100 mil (gracias a la apertura del nuevo laboratorio) para seguir avanzando en la tarea de bajar la infestación de diatraea que afecta la cantidad de azúcar que se lleva a los centrales, porque la plaga taladra internamente la caña y disminuye el contenido de azúcar de la misma.
En este sentido, el ingeniero Merquis Jara, directivo de Soca y, presidente de Probioagro, recalcó que se trata de una plaga silenciosa, cuyo daño no se ve y es responsabilidad del productor su ataque oportuno para garantizar al Central calidad de materia prima, lo que es garantía de mejores ingresos para el cañicultor y para la factoría. “Recordemos que el azúcar se produce en el campo no en el Central, en el Central se extrae, así que con el control biológico de la diatraea ganamos todos”.
Agregó Jara, que la aplicación del biocontrolador no representa un gasto oneroso para el productor, por cuanto cada gramo tiene un costo de 4 dólares y se requiere la aplicación de dos gramos por hectárea. “Es una baja inversión y con ella vamos a demostrar al cañicultor que si se hace la aplicación con constancia, año a año, la calidad de la materia prima será aún mejor, así como el azúcar, es decir, vamos a perder menos azúcar en el campo y eso es lo que queremos”.

Indispensable
Las ingenieros Guiomar Bereciartu y Edith Hernández, gerentes de calidad y del Programa Fyat del Central Azucarero Portuguesa, respectivamente, informaron que esa factoría “ha pedido y ha solicitado” a todos los productores el tratamiento de la caña con biocontroladores, o de lo contrario, no la recibirá para su molienda en la próxima zafra. Apuntan que esta exigencia viene a dar un respaldo contundente al laboratorio recién inaugurado, asumiendo que, con el mismo, los productores tendrán a la mano el biocontrolador y podrán canalizar su oportuna aplicación.
“Así como es obligatorio que la caña llegue al Central fresca y limpia, también será obligatorio su tratamiento a través de los biocontroladores”, explicó la ingeniero Bereciartu, quien agregó que esa exigencia había sido tácita en un pasado, pero en este momento es menester hacerlo saber y solicitar al productor que cumpla la exigencia, que es parte del ABC para asegurar una buena cosecha. “A todos los productores les decimos, crean en el biocontrolador, midan antes de utilizarlo y el después para que puedan palpar por sí mismos el impacto que tiene sobre el cultivo; vamos a aplicarlo todos para no tener la plaga”.
Redacción: Yorky Araque CNP: 11.447
Fotos: Cortesía Soca-Portuguesa
21/03/2025