
El equipo de www.azucardigital.com conversó con César Acosta, especialista en equipos de caña de azúcar de Orval, S.A. , Distribuidor de John Deere para Venezuela, quien con su dilatada experiencia en el sector no duda en afirmar que efectivamente la cosecha mecanizada ha pasado a otro nivel con la automatización y afortunadamente hay equipos con tecnología de punta que permiten garantizar una cosecha con altos estándares de calidad, que pueden ser adquiridos en el país y, tecnológicamente hablando, su manejo es incluso más sencillo que el de un teléfono de última generación.
Acosta, experto en el área, sostiene que las cosechadoras automatizadas son en la actualidad como “un pequeño centro de procesamiento o un centro de inteligencia en tiempo real” que garantiza materia prima de calidad al Central; asegura eficiencia y una serie de beneficios para todos los actores involucrados en el proceso productivo al permitir tomar decisiones agronómicas en vivo y con la certeza de que son las correctas.
– ¿Qué garantiza a un productor tener una cosechadora de última generación?
Es una máquina que se acopla mejor al campo, es de limpieza automática, tiene un corte mucho más exacto y limpio; cuando ella ve el campo y ve la cantidad de caña que va a cortar, ella sola hace los ajustes necesarios para cortar y gastar la menor cantidad de combustible y tener caña más limpia con un menor desgaste de componentes.
-Es decir, ¿hablamos de una máquina integral, aliada al productor, pero también aliada del Central azucarero?
Así es, es una aliada del Central, del productor y del nuclero porque nos paseamos por una cantidad de cosas que la máquina automáticamente puede hacer; calibra y ahorra combustible, pasamos de consumir en máquinas de modelos inferiores de 1.75 lt x ton (litro por tonelada) a 0.60 lt x ton (litro por tonelada), porque su sistema de limpieza inteligente va determinando qué cantidad de combustible se va a utilizar según la cantidad de caña que está pasando por el elevador, ella se calibra y reduce perdidas… va copiando el suelo a medida que va cortando y puede hacer un corte mucho más preciso, más limpio, y más fresco. Colombia, por ejemplo, está marcando una recuperación en grados de azúcar utilizando el sistema inteligente, las nuevas máquinas.

– ¿Y el manejo de esas máquinas en el campo?
El operador en la cabina tiene dominio de la máquina, define los objetivos de rentabilidad estableciendo los niveles deseados para parámetros clave como materia extraña (residuos) del elevador, pérdida de caña del extractor principal y descarga de residuos del extractor principal. Es un control operativo en tiempo real porque incluso, desde un “centro de operaciones” y a distancia, se puede monitorear y tomar decisiones, ver cómo avanza cada máquina; ella se va autocorrigiendo sola.
– ¿Las máquinas se adaptan a terrenos que no están totalmente aptos, en cuanto a compactación, nivelación, etc?
Si, si determino que un terreno no está totalmente apto, por una labor hecha en humedad, porque perdí el sentido de los surcos, con sólo activar un botón, en ese campo no uso todos los parámetros automatizados, y luego cuando paso a otro campo que tenga condiciones óptimas, vuelvo a activar el sistema automático.
– ¿Con la automatización de las cosechadoras se alarga la vida útil de los motores?
Anteriormente los motores duraban entre 5 mil y 6 mil horas, porque las cosechadoras se usaban a máxima capacidad siempre. Hoy día con la automatización que ofrece una tecnología que autorregula el consumo de combustible, el uso del equipo y el uso del motor, se ha registrado la experiencia de motores que siguen trabajando con 10 mil, 12 mil y hasta 13 mil horas, exhibiendo buenas condiciones operativas y de desempeño, ya que el ahorro de combustible, y el ahorro de todo lo que significa la máquina a nivel estructural, de bombas, de motor se protege, porque no se trabaja a tope cuando no es necesario.
Es una tecnología que corta, limpia, pica y monta en el camión y aparte, mapea, enlaza la velocidad con el tractor para ir cosechando. Si el operador, cuya velocidad debe ser constante, se levanta por un minuto de su asiento, por ejemplo, la máquina se apaga. Es un sistema que apuesta a la eficiencia.
– ¿Manejan estimaciones sobre el incremento de la vida útil de las máquinas automatizadas?
Los años de uso de las máquinas han venido aumentado en un 20% en otros países donde la automatización ha cubierto el mayor porcentaje de la cosecha de caña, si se hace la comparación con las máquinas anteriores que no cuentan con esta tecnología de última generación.
– ¿Ésta es la máxima tecnología en cosechadoras de caña que se usa en el mundo?
La misma que tenemos aquí en Portuguesa y en Venezuela, la misma está en Estados Unidos, en Cali que la pudimos ver en el Congreso Azucarero Mundial, en Bolivia, en Perú, en los países vecinos, en Brasil, sólo faltan unos permisos de conexión para poder ver las máquinas a distancia, pero estamos esperando que se activen en este próximo año.
Acosta, ha sido testigo del salto tecnológico; del paso de una máquina analógica a una máquina automatizada y digital, con una tecnología de punta, de vanguardia, pero que insiste, no es complicada como muchos creen. Esa tecnología no está distante, está en Portuguesa, y se dispone de personal preparado que se ha venido formando y actualizando, y hoy, maneja criterios y conocimientos para garantizar el exitoso manejo de las máquinas yendo más allá de la intuición y asumiendo decisiones certeras y fundamentadas en datos precisos, sin duda que, la cosecha de caña de azúcar es una operación logística compleja donde la sincronización es sinónimo de rentabilidad y resulta una inversión estratégica, la adquisición de una cosechadora de última generación.
Redacción: Daniel España CNP 11.448 / Yorky Araque CNP 11.447
22/09/2025