
Como experta en el área y luego de conocer directamente la experiencia de productores de distintas zonas del país, la ingeniero María Sofía Díaz, especialista en Manejo Sostenible para la Producción Agrícola, destaca que los restos de cosecha de la caña de azúcar aumentan la fertilidad del suelo, ya que esto mejora la materia orgánica, la formación de humus, su humedad e incluso, representan “una cama” para que la maleza no crezca tan rápidamente.
Afirma que ese manejo adecuado de los restos de cosecha, puede aumentar en un 30% el rendimiento de una hectárea de caña y hacerlo, significa para el productor una inversión mínima que no alcanza siquiera el 1% de la ganancia obtenida por hectárea. Los restos permiten aumentar la rentabilidad en cada ciclo, pero apenas un 10% de los productores los valora; los demás, terminan aplicando riego, químicos, e incluso quemando los residuos de la cosecha.

En ese sentido, recalca que el manejo de los restos de cosecha, aparte de aumentar la rentabilidad con una mínima inversión, disminuye el costo hasta en un 50% en la aplicación de fertilizantes, facilita la bioestimulación de la planta, reduce el estrés y le da más vigor, lo cual la hace menos susceptible a la acción de plagas y enfermedades.
Explica la ingeniero Díaz, que este manejo se refiere exactamente a todas esas actividades que deben realizarse al cultivo de caña de azúcar luego del corte y en los próximos 45 días; son actividades no negociables y sencillamente preparan al cultivo para el nuevo ciclo, pero los productores en su mayoría no los llevan a cabo y por ende, terminan perdiendo dinero.
Señala que la caña previo al corte viene de momentos de estrés, porque se suspende el riego, se ejecuta el corte como tal, bien sea manual, mecánico, en quema ó cosecha en verde y, finalmente queda a cielo abierto desprovista, alterando el sol la calidad del suelo y la planta.
Detalla que las actividades a desarrollar como parte del manejo postcosecha dependerán del diagnóstico de la unidad de producción porque no todos los lotes se comportan igual; no todas las cañas se comportan igual y no todas las zonas son iguales ya que cada una tiene su particularidad.
Díaz afirma, que la caña de azúcar se comporta igual a un bebé; el bebé nace y se le va preparando y dando comida poco a poco en la medida que crece, para que vaya asimilando, cuidando su estómago y que no se vaya a enfermar; en la caña de azúcar ocurre lo mismo, debe prepararse, aplicarse estimulación, hacer control de maleza y cuidarla para que no sea blanco de plagas y enfermedades.
Como recomendaciones precisas en el marco del manejo postcosecha, la experta sugiere, realizar antes del corte un diagnóstico del ciclo anterior, el comportamiento del cultivo, rendimientos, plagas, enfermedades; luego, tomar una decisión agronómica; saneamiento, dejar los restos, no quemarlos y dejar que se degraden solos, estimular a la planta, captar nutrientes, definir fertilizantes o aplicar compuestos a base de bacterias, estimulantes, agua, hormonas, teniendo en cuenta las condiciones climáticas.
Desde su óptica, el sector agrícola enfrenta importantes desafíos en la actualidad, pero básico, necesario, es vencer la falta de conocimiento, impulsar la capacitación, asumir nuevas metodologías de trabajo, batallar y tomar decisiones, que seguramente traerán consigo altos rendimientos, esto de la mano de asesoría técnica para erradicar la improvisación y atender los cultivos en el momento indicado.
Redacción: Yorky Araque CNP: 11.447
25/10/2024