
El ingeniero agrónomo y experto en el cultivo de caña de azúcar, Gerardo Skrut, integrante del equipo de Investigación de Socaportuguesa, en ponencia presentada recientemente, afirmó que la falta de establecimiento de semilleros de calidad ha ocasionado en el cultivo de caña, una merma en los rendimientos, la aparición de nuevas enfermedades y la reaparición de otras que estaban de alguna manera relegadas en el tiempo.
Aseveró Skrut, que esta situación está dejando una afectación bastante directa en los campos, que ha podido ser evitada si se le estuviera dando un uso adecuado a las semillas. “La calidad de la semilla es muy importante porque ella nos va a generar una mayor producción tanto en toneladas de caña por hectárea como en toneladas de azúcar por hectárea” dijo.
Añadió, que el aprovechamiento de semillas de calidad también es importante en lo que respecta a la tolerancia sanitaria sobre las plagas y enfermedades, y en lo atinente al ciclo de maduración que es posible logar que se adecúe totalmente a la época de zafra en cada una de las zonas donde se implementan los semilleros.
Skrut apuntó, que para garantizar una semilla de calidad, es fundamental la buena preparación de la tierra, es decir, eliminar primeramente todos los vestigios de la maleza que pueda afectar, así como la permanencia del activo-cultivo porque si ello no pasa, el semillero quedará mezclado y no se podrá garantizar la trazabilidad, calidad y el rendimiento deseado. “Tenemos que hacer el saneamiento del área, una buena destrucción de soca y de restos de antiguas plantaciones, entendiendo que al momento de la preparación ellos son muy resistentes y empiezan a aparecer nuevas cepas y ahí es donde hay que empezar manualmente a sacar esas cepas para que no se mezclen con el cultivar que vamos a sembrar”, indicó.
Precisó que la calidad de la semilla está apuntalada con cinco componentes importantes: genético (constitución de nuevas variedades, el mejoramiento genético como tal); físico, (el aspecto general de ese cultivar que va a desarrollarse, si tiene buena cantidad de tallo por cepa, si la hoja es de alguna característica específica); fisiológico (el vigor que vamos a tener como semilla, cómo germina); sanitario, (la calidad de la semilla tiene que ver con enfermedades trasmisibles por la semilla si no tenemos un cuidado especial en esta actividad seremos propagadores y multiplicadores de las principales enfermedades que afectan la calidad de la semilla) y, social: (asumir el costo económico que implica desarrollar nuevos cultivares).
Además, comentó Skrut que el distanciamiento de surqueria del semillero depende del manejo de cada finca; la brotación de los semilleros depende totalmente del aspecto nutricional de la semilla, con una fertilización fundamentada en la aplicación de las dosis requeridas en el momento requerido, según los análisis de suelos, haciendo énfasis en la fertilización nitrogenada para diferenciar un semillero de una plantación comercial.
Al referirse al tema del control de plagas, recalcó que el mismo debe ser riguroso porque si no se controla la maleza, por ejemplo “ésta va a gobernar y va afectar negativamente la cepa y cuando entre la plaga lo daña todo”. El riego, no duda en decir que debe ser adecuado, en cuanto a cantidad, calidad y frecuencia según la época de siembra y de acuerdo al balance hídrico de la zona, aplicando técnicas y no el criterio de “echar agua”.
Redacción: Yorky Araque CNP: 11.447
12/11/2024