Para la profesora de Entomología en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA) y Miembro de la Asociación Civil Razón Agrícola, Rosa Briceño, en Venezuela el cultivo caña de azúcar es un ejemplo a seguir para los entomólogos en lo que respecta al manejo de plagas.
La investigadora afirma que, a diferencia de otros cultivos, entre los cañicultores se viene fomentando desde hace tiempo la cultura sobre el uso de los biocontroladores, a través un plan integral de manejo de plagas que tiene una experiencia sólida en una Fundación como lo es la Fundación Azucarera para el Desarrollo, la Productividad y la Investigación (Fundacaña) en coordinación con los gremios y la agroindustria.
“El éxito es porque se han manejado con un plan. En muchos cultivos no se manejan igual” comenta, al tiempo que explica, que si se va a pensar en un plan de manejo con biocontroladores, se debe tener presente el momento en que se va a iniciar la siembra, para comenzar el uso de los biocontroladores.
Expone, que los biocontroladores son seres vivos, que muchas veces no pueden bajar poblaciones altas de insectos plagas con una liberación, por tanto, es necesario que haya una frecuencia de liberación de manera tal que esos insectos mantengan bajas las poblaciones de insectos plagas.
Briceño manifiesta, que en Venezuela se producen más biocontroladores de tipo entomopatógenos, entre ellos los hongos, bacterias y nematodos. Y en el caso de la caña de azúcar hay hongos, parasitoides, y nematodos como biocontroladores. Los entomopatógenos, son microorganismos capaces de causar una enfermedad al insecto plaga, mientras que los entomófagos, son organismos, generalmente insectos, que se alimenta de otros insectos.
Recordó, que en el país había 25 laboratorios que eran del Gobierno Nacional y que producían biocontroladores. Actualmente esos laboratorios no están produciendo, pero es importante reactivarlos porque el uso de biocontroladores es una técnica importante para el manejo de los insectos plagas, que tal vez no ha sido reconocida en otros cultivos como sí lo ha sido en caña de azúcar.
Al hablar de las diferencias entre los tipos de biocontroadores, la investigadora señala que los parasitoides son muy específicos; los depredadores son más generalistas, y pueden usarse en un cultivo para atacar dos o tres insectos plagas diferentes de forma simultánea.
Respecto a las técnicas de monitoreo, Briceño expuso que muchas veces no son para el entomófago o entomopatógeno, sino para el insecto plaga a través de trampas cromáticas; trampas con feromonas sexuales; e incluso a través de visualizar en campo el color de los huevos del insecto plaga. “Los huevos cuando están frescos son de color claro, cuando están parasitados muchas veces pasan a una coloración oscura, eso es importante para quien evalúa el campo” concluyó.
Redacción: Daniel España CNP: 11.448
04/08/2025


